En Cataluña y Murcia exigen el "confinamiento total" y el cierre de todas las actividades económicas "no esenciales". Desde el gobierno insisten en cumplir a "rajatabla" las restricciones "drásticas" ya decretadas
MADRID.- España se adentra en una semana de confinamiento de población y paralización de gran parte de la economía que puede ser clave contra la expansión del coronavirus, cuando arrecian las voces que piden el cierre total de actividades no esenciales para limitar más el movimiento de personas.
Tras Italia, España es el país de la Unión Europea más castigado por esta pandemia, con más de 33.000 contagios y casi 2.200 muertes, con funerarias y hospitales saturados y necesidad urgente de material sanitario como equipos de protección y respiradores.
El estado de alarma, vigente en todo el país desde el 15 de marzo y que se prolongará hasta el 11 de abril, suspendió las clases presenciales de todos los niveles educativos y el cierre de todos los establecimientos culturales, de ocio, turísticos y deportivos, entre otros no esenciales que impliquen aglomeraciones.
Entre las medidas, el Ministerio de Sanidad ordenó el 19 de marzo el cierre obligatorio de hoteles, establecimientos turísticos, campings, aparcamientos de caravanas y alojamientos de corta estancia antes de este jueves próximo, aunque las regiones podrán abrir los que crean oportuno para actividades y personal sanitario.
Ante esta situación, el gobierno regional de Cataluña, que preside el independentista Quim Torra, volvió a pedir al Ejecutivo español que decrete un “confinamiento total” de la población, aún más duro que el que está en vigor, para ser más efectivos contra el contagio.
Sin embargo, la patronal catalana Foment del Treball considera que el confinamiento total de la población “no es una medida proporcionada en la actual situación de crisis sanitaria y de colapso económico” y “puede ser contraproducente”.
También Murcia, que preside el conservador Fernando López Miras, exigió al Ejecutivo central que ratifique la orden de cierre de todas las actividades económicas “no esenciales” y el “confinamiento absoluto” en esta región porque es “fundamental” para frenar la pandemia.
El ministro de Sanidad, el socialista Salvador Illa, replicó que la mejor nueva medida en estos momentos es cumplir a “rajatabla” las restricciones “drásticas” ya decretadas por el Gobierno nacional, que impide salir de los domicilios salvo para comprar alimentos y medicamentos, ir a trabajar o atender a personas dependientes de manera justificada.
Subrayó que es el “único camino” para llegar al pico de contagios cuanto antes, tal vez a lo largo de esta semana, y reducirlo después.
La vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, aseguró que es “difícil entender” las reclamaciones de cierre total de la actividad industrial en España cuando la economía ya está “muy ralentizada” y orientada a los servicios esenciales y la lucha contra el coronavirus.
El Consejo de Ministros concretará este martes, previsiblemente, el nivel de garantías que el Estado está dispuesto a asumir para que los bancos financien a autónomos, pymes y grandes empresas, una medida clave en la actual crisis provocada por la pandemia.